viernes, 1 de mayo de 2009

PRESENTACION DEL LIBRO DEL AUTO DEL PRENDIMIENTO


PRESENTACION PUBLICACION “AUTO DEL PRENDIMIENTO Y LA BOCINA”
Domingo de Ramos 2009


“Lo escrito, escrito está” respondió Pilatos a los príncipes de los sacerdotes de los judíos cuando fueron a protestarle por la inscripción que se había colocado en la cruz: “Jesús Nazareno, Rey de los judíos”, según nos narra San Juan en el capítulo 19 de su evangelio.
Pues esa misma máxima es la que ha guiado a nuestro amigo Pepe Gil para llevar a cabo esta publicación que hoy presentamos. Porque lo escrito es lo que tiene el sello de la permanencia, de la perennidada través del tiempo. Y este pequeño libro que hoy presentamos se une a una cada vez mayor relación de títulos que se ha ido publicando en Abarán y sobre Abarán que nos están ayudando a nosotros y, especialmente ayudarán a las generaciones que nos sucedan a conocer mejor la realidad de este pueblo y, como consecuencia, a valorarlo y a amarlo más.
Y esta presentaciòn la hacemos en un Domingo de Ramos, uno de los días más vibrantes de Abarán a lo largo del año. Esa primera procesión de “la burrica”, generalmente decorada con un cielo azul intenso, abre el horizonte de una semana que consigue mover a gran parte del pueblo y embarcarlo en la empresa de llevar a cabo unos desfiles procesionales y otras actividades teñidas siempre de la grandeza de lo religioso, en las que un pueblo manifiesta al exterior algo tan íntimo y personal como la fe.
Después de asistir o contemplar por la mañana la solemne procesión con las palmas, ahora, en este marco con sabor a fe y a historia, asistimos a un acto de los que contribuyen a engrandecer nuestra Semana Santa que, desde hace ya bastantes años, es algo más que los desfiles procesionales, aunque sigan siendo estos lo más vistoso y espectacular.
Pues, entre esas actividades paralelas a nuestras procesiones, desde el año 2004, tiene lugar la representación del Auto del Prendimiento. En él, tiene un protagonismo fundamental nuestro paisano Pepe Gil que cargó sobre sus hombros la ardua empresa de dar forma literaria y teatral a una escena de la Pasión que no por conocida es menos apasionante. Y no es tarea fácil, pues en ella hay que poner en juego la imaginación y la palabra, hay que ser capaz de plasmar en un juego dramático acontecimientos no por sabidos menos atractivos y profundos.
Hasta la composición de este Auto, el autor nos había demostrado su capacidad para convertir en literario lo anecdótico, pues había sabido retratar, en artículos y conferencias, nuestra forma de ser como pueblo con pequeñas pinceladas llenas del color de lo entrañable y lo cotidiano. Y nos ha hecho vivir momentos deliciosos e inolvidables que recordamos y que nos gustaría que se repitieran en el futuro.
Pues, con este Auto del Prendimiento, representado cada Lunes Santo en nuestro pueblo, José Gil consigue hacer literario algo muy profundo, tan profundo que ha conseguido convertirse en materia de fe para millones de seres desde hace veinte siglos.
No es el momento de hacer una crítica literaria del texto, analizando diálogos, acotaciones, recursos expresivos…. aunque sí habría que apuntar la fuerza dramática conseguida con intervenciones cortas y muy apropiadas que retratan el interior de cada uno de los principales personajes: Jesús, Caifás, Pedro… que, llevados a la escena por gentes de nuestro pueblo, consiguen hacerse para nosotros cercanos y comprensibles.

Pero, aun siendo importante y básico el texto literario que se representa y que hoy tenemos aquí publicado, tanto o más lo es la experiencia de la representación pues es todo un ejemplo de ilusión de unas gentes que están todo un año esperando su salida a escena en la noche del Lunes Santo, y, sobre todo, de unión, algo tan dificil de conseguir ya en nuestra sociedad, pues personas de toda condición social, ideas, formación… se hacen una piña para sacar adelante esta tarea, demostrando que, cuando olvidamos lo que nos separa y potenciamos lo que nos une, los abaraneros somos capaces de sacar adelante cualquier empresa por difícil que esta sea.

Pues que esta publicación sea reflejo para la posteridad de los valores y del mensaje que se desprenden de los textos evangélicos recreados, que no sólo nos animan, sino que nos obligan, si de verdad pretendemos celebrar una Semana que pueda llamarse Santa a convertir la intolerancia en comprensión, el egoísmo en generosidad y el enfrentamiento estéril en fructífera unión.


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